Las cosas se comprenden a su debido momento. Todo tiene un sentido. La herencia que dejamos en el mundo es infinita.
Tras la superficie sorda de lo real late la verdad. La vida es una rama de buena madera oculta tras una piel de terciopelo. La vida puede golpear o ser acariciada, pero no sabe mentir.
De todas las labores que pueden acometerse sobre la tierra solo una tiene verdadera dignidad: enseñar a buscar la belleza allá donde se encuentre.
La vida no termina. La vida se entrega.
Estamos en los demás. La verdadera trascendencia son los otros. No existe la soledad. No existe el frío. No existe la muerte.
Algunas cosas no empiezan hasta que terminan. Solo existen los otros. Hace falta toda una vida para explicar el amor.
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Publicado por Sergio C. Yáñez
Sergio C. Yáñez nació en Madrid en 1977. Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, tiene un máster universitario en Política y Democracia y es doctor en Arquitectura. Asimismo ha realizado un máster en Edición. Es profesor en el Aula Hospitalaria de la Unidad de Hematología y Oncología Pediátrica del Hospital Universitario HM Montepríncipe y enseña Lengua, Literatura y su Didáctica en la Universidad Francisco de Vitoria. También ha colaborado con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Es el autor de la novela La mano y del libro de relatos Púgil con bombín, ambos publicados por la editorial Alhulia, y participó en la colección de relatos Amores canallas, publicado por la editorial Sial Pigmalión.
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Que razón tienes.
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