Por qué los marxistas excarcelan a violadores

El marxismo parte de la premisa de que el ser humano no tiene libre albedrío y además es imbécil, por lo que tanto la avaricia como las superestructuras determinan sus obras.

El marxismo piensa que la violación es cualitativamente igual al azote, porque en la mente del marxista (ninguno de nuestros múltiples ministros marxistas es una lumbrera) el azote lo da un macho heterobásico mientras va a los toros fumándose un habano o bien un malvado religioso nacionalcatólico, mientras que la violación la perpetra un pobre ignorante que es víctima de la sociedad, los malos tratos o la penuria económica. Una víctima, por tanto, del capitalismo.

Que la ley de la ministra marxista tiene como objetivo esta equiparación no es opinión mía; dimana de una entrevista a una profesora universitaria gallega que ayudó a redactar la ley que excarcela violadores. Lean esta perla:

Pregunta: ¿Esperaba la rebaja de condenas con la entrada en vigor de la nueva ley o le ha sorprendido?

Respuesta: Las penas las pusimos nosotras. Claro que se esperaba, pero, ojo, una rebaja de condenas de las agresiones sexuales porque los abusos sexuales se agravan considerablemente. Aquí los medios están contando la mitad de la historia. No tienen en cuenta que en España se denuncian 7.000 abusos sexuales al año y sólo 3.000 agresiones.

«Las penas las pusimos nosotras», dice, orgullosa y empoderada. «Claro que se esperaba». Les recuerdo que aquí no ha dimitido nadie, y que ya ha habido, cuando menos, un intento de agresión sexual por parte de un violador excarcelado. En un giro insospechado, la profesora justifica la rebaja de penas a violadores por el hecho de que haya más denuncias de abusos que de violaciones. Un razonamiento redondo. Impecable.

España, un país que trata fatal a sus delincuentes

Antes de tan aclaratoria declaración, aquí la prenda afirma que «España es un país muy punitivista», y pone como ejemplo de lo contrario a Alemania. Veamos: En España el homicidio sale por entre 10 y 15 años y el asesinato entre 15 y 25. En Alemania el homicidio está entre 5 y 15 (ok), pero el asesinato supone cadena perpetua. Entiendo que las penas por homicidio y asesinato son ejemplos bastante paradigmáticos de lo «punitivista» que es un país.

Ah, y otro pequeño detalle: el artículo del Código Penal alemán que regula el asesinato data de 1941. Alemania en 1941… el artículo 211 del Strafgesetzbuch (tienen el Código traducido aquí) fue redactado originalmente por el jurista nazi Roland Freisler. Después se ha modificado solo para cambiar «pena de muerte» por «cadena perpetua»; pero es el Estado español el «punitivista».

Tampoco entiendo por qué una persona en la que nadie ha delegado el poder legislativo se crezca más allá del asesoramiento técnico y pueda presumir de haber puesto las penas. Hasta donde yo sé, ser catedrática no le da a nadie potestad legislativa. A ver si va a resultar que pagamos a los diputados y ministros para que el trabajo se lo hagan otros (sería un sorpresón).

Solo son culpables las élites, salvo si las élites son ellos

Como decíamos antes, el marxismo considera a los delincuentes víctimas (vean Joker, 2019). Este enfoque tiene que ver con su concepción del ser humano como resultado del sistema, no como criatura consciente y responsable. Esta concepción de la persona está también detrás de su escaso respeto a la vida humana, pero este es otro tema.

Para el marxismo nadie es malo, salvo el sistema. Nadie es malo salvo el propietario de los medios de producción, así, en bruto, sea este propietario de una zapatería precaria o Amancio Ortega. Amancio Ortega es, ya saben, Lucifer. Malditos empresarios restregándonos su creación de riqueza…

La equiparación antedicha es la siguiente: los dos tipos penales previos eran abuso (menos grave) y agresión (más). A la ministra y sus adláteres les habría bastado con subir las penas del abuso, pero ellas vieron la posibilidad de convertirlo todo en una sola figura y con el argumento de no cargar demasiado las tintas con los heteromachos, rebajar las condenas más altas, las de los pobres violadores confundidos por el sistema.

Tener ministros comunistas no sale gratis. El comunismo tiene sus premisas y sus efectos. Comunistas y fascistas no son como nosotros; ahí arriba no hay conductor. El comunismo ha justificado siempre, cuando no ha respaldado, la violencia y el terrorismo. La violencia es parte intrínseca del fascismo (los que no son yo son desechables) y del comunismo (la desigualdad se arregla robando y matando).

El narcisismo de P. S. era grave dede la parodia y el estupor, pero las consecuencias reales van asomando. Como al español medio no le han okupado la casa ni es víctima de ETA ni sufrió una violación, el español medio sigue tirando, porque aquí solo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena y además nos alegramos del mal ajeno, pero témome que las bromas se van terminando y que lo que era una infección ha resultado ser gangrena.

La solución habitacional

Los sufridos lectores de este bloj saben que Pablo Iglesias e Irene Montero no son santos de mi devoción, por lo que quizá encuentren hoy sorprendente que me disponga a realizar una defensa de sus personas en lo que al tema de la semana se refiere: la adquisición de una casita de lo más apañada.

La principal baza que se está jugando en su contra es la falta de coherencia, y ante semejante atropello no puedo guardar silencio. La decisión de la joven pareja comunista —que por otra parte debería ser únicamente de su incumbencia— de adquirir una vivienda con todos los extras ha sido cuestionada por ser ellos precisamente eso, una pareja comunista.

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—Toma, Vladimir Ilich, tu perrito vegano.

Pero yo creo que sorprenderse porque las élites comunistas quieran vivir bien equivale a sorprenderse porque las élites fascistas sean xenófobas. Se puede culpar al inefable dúo de muchas cosas, pero no de no comportarse como dirigentes comunistas al uso.

Lo que quiero decir es que el comunismo tal y como lo conocemos siempre ha incluido esa curiosa circunstancia; la de que sus dirigentes no sientan el menor deseo de pasar penurias. Es posible que los miembros de la nomenklatura sean malvados, pero eso no implica que sean idiotas. En esencia, los dirigentes comunistas que en el mundo han sido predican y persiguen la pobreza, pero solo la pobreza de los demás. ¿O es que los Castro pasan penurias? ¿Y los boliburgueses venezolanos? Sacrificadas como son, las élites de extrema izquierda consiguen para los ciudadanos las ventajas incomparables de la colectivización, reservando para ellas mismas los inconvenientes de la asquerosa buena vida. Mucho se habla estos días de la enorme dacha de Stalin, pero poco se comenta el precioso detalle de que durmiera en el sofá.

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Una de las dachas de Stalin. Todo es poco para los amados líderes

La pobreza es una condición necesaria para que la extrema izquierda prospere, y desde luego un efecto de sus políticas económicas, pero de ahí a exigirles a sus dirigentes moderación franciscana dista un abismo. Es sin duda el enemigo capitalista quien pone en circulación tales despropósitos, conocedor como es de que si los gobernantes comunistas fueran obligados a vivir en las mismas condiciones que sus gobernados, volverían los casinos a La Habana en dos telediarios.

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Utilizada por el líder norcoreano Kim Jong-un, la residencia Ryongsong se puede ver desde el espacio, como al propio Kim